Un diálogo entre dos personajes ofrece la oportunidad de definir la relación entre las partes escena y público.
Un gimnasio vacío se encuentra ocupado por unas butacas, momentáneamente en desuso, colocadas como en su platea pero apiladas.
El teatro donde no te lo esperas, la tortura donde parece imposible, el espectador -incómodo e incomodado por la cercanía a la vergüenza y el disconfort- ocupando esa platea de trastienda...
Resultan diferentes ángulos de visión: la silueta del propio público recorta la escena casi de manera cinematográfica...
Pedro y el Capitán
Benedetti, Mario
Espacio escénico:
Kristian de Solaun Franssen
Archivo DSNFN